martes, junio 08, 2010

Dijo La Capital de Mar del Plata, 24/05/10

En La Capital, de Mar del Plata:

http://www.lacapitalmdp.com/noticias/Policiales/2009/05/24/145387.htm

Publicada el 24 de mayo de 2010...

Comienza un nuevo juicio por el crimen de un diseñador

Es el tercer juicio oral que se realiza por el homicidio de Claudio Troncoso. Ya fueron condenados una mujer y un joven que al momento del hecho era menor de edad.


BUENOS AIRES.- Un joven será juzgado desde el jueves por el crimen del diseñador Claudio Troncoso, quien fue asaltado en la puerta de su casa de Carapachay en junio del 2006 y ejecutado de un tiro en la cabeza frente a su novia porque no quiso dejar que la banda entrara a robar a la vivienda, donde estaban sus padres.
Este es el tercer juicio oral que se realiza por el homicidio de Troncoso, ya que en 2007 fue condenada a 13 años de cárcel una mujer que participó del asalto y en el 2008 un joven que al momento del hecho era menor de edad y que fue penado con 24 años de prisión al ser hallado autor material del disparo.
El tercer juicio oral comenzará a las 9.30 en los tribunales de San Isidro situados en avenida del Libertador 16.532 y tendrá sentado en el banquillo de los acusados a Martín Ezequiel Verón (25).
El debate estará a cargo del Tribunal Oral Criminal 6 de ese distrito y el fiscal que impulsa la acusación contra Verón por el delito de homicidio en ocasión de robo es Eduardo Rodríguez.
Troncoso, de 35 años, quien era herrero, diseñador de interiores y estudiante de la carrera de Ingeniería Industrial, fue asesinado el 19 de junio del 2006, cuando llegaba a su casa ubicada en Gervasio Méndez 3850, de Carapachay, partido de Vicente López, con su novia, Yamila Antale, de 30.
Según la pesquisa, la pareja fue interceptada por cuatro delincuentes armados, dos de ellos mujeres, que la amenazaron para robarle dos teléfonos celulares y 50 pesos.
De acuerdo a la investigación llevada a cabo por la Justicia de San Isidro, la banda quiso luego entrar a la casa de Troncoso para seguir robando, aunque éste se opuso porque adentro estaban sus padres, mayores de edad.
Los delincuentes entonces lo golpearon y ejecutaron de un balazo en la cabeza frente a su novia, tras lo cual escaparon.
El padre de la víctima, José Troncoso, dijo que el acusado Verón fue quien sujetó de un brazo a su hijo cuando el sindicado autor del disparo primero lo golpeó con la culata de su arma y que también fue quien lo arrastró hasta el jardín de la casa, donde fue ejecutado de un tiro en la cabeza.
Poco después del crimen, la policía detuvo como sospechosos del ataque a una joven y a un adolescente, quien fue sindicado como el autor del disparo.
Otros dos partícipes del hecho escaparon, aunque uno de ellos -Verón- fue apresado el día de Pascuas del año pasado y ahora será juzgado, mientras que el restante -una mujer- se mantiene prófugo.
Los dos primeros detenidos quedaron seriamente comprometidos en la causa al hallarse en su poder uno de los celulares robados a la pareja y una pistola calibre nueve milímetros.
Al declarar, la chica detenida, identificada como Paola Miranda Carabajal (19), admitió que participó del hecho e incluso fue reconocida por la novia de la víctima, aunque dijo que ella conocía al grupo desde hacía poco y no sabía que la iban a llevar a cometer un asalto.
Carabajal fue juzgada y condenada a 13 años de prisión el 28 de noviembre del 2007, en un fallo dividido del Tribunal Oral Criminal 5 de San Isidro, que la halló coautora del delito de homicidio en ocasión de robo.
La pena fue menor a los 22 años de cárcel solicitados por el fiscal, ya que los jueces valoraron que al momento del crimen trabajaba y estudiaba y conocía desde hacía poco tiempo al resto de la banda.
En tanto, el otro detenido, que era menor de edad al momento de cometerse el homicidio, fue sometido a un segundo debate oral por la Justicia de Menores y resultó condenado a 24 años de prisión como autor material del homicidio .
Ahora Verón será sometido a juicio como coautor de ese asesinato y, tanto la querella como la fiscalía tienen previsto reclamar que sea condenado a la misma pena que el otro agresor: 24 años de prisión.


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